Por Elizabeth Martínez Izquierdo
La formación integral de las nuevas generaciones siempre estuvo presente como vocación en Yaima Pupo Puey, quien desde muy pequeña anhelaba ser maestra.
Impartir clases a sus muñecas y títeres fue muy fácil, pero hoy la parte docente es mucho más difícil, porque preparar a los futuros podólogos en el amor a la profesión y la asistencia médica necesita de la perseverancia y el esfuerzo de los educadores.
Periodista: ¿Por qué la especialidad de podología?
Yaima Pupo: “Me encanta ocuparme de las personas, trasmitirles mi energía positiva, ayudarlas y oír sus vivencias. Situarme frente a la pizarra y explicarles a los estudiantes métodos y formas de trabajar con las extremidades inferiores de personas con diabetes o de algún adulto mayor aparentemente sano, constituye para mí una gran satisfacción”.
“Soy licenciada hace pocos años y laboro actualmente en la facultad de ciencias médicas de Diez de Octubre como metodóloga. También una vez por semana brindo asistencia en policlínicos de esa localidad, fundamentalmente a las personas de la tercera edad”.
P: ¿Cuántos podólogos has formado?
YP: “Es una especialidad que aún está deprimida. En La Habana existen 90 licenciados y 75 técnicos. La demanda se incrementa por parte de la población y algunos de los graduados muestran resistencia al trabajo con los pies”.
“En tal sentido los profesores fomentan actividades con vistas a despertar la vocación en los alumnos, la importancia de la relación paciente- técnico, cómo tratar a personas mayores y cuáles son sus características”.
“Los podólogos en su preparación adquieren conocimientos de la mayoría de las especialidades de la salud, se nutren de los geriatras, de los clínicos y conocen del programa para este segmento poblacional”.
P: ¿Qué sientes frente a los pacientes?
YP: “El desempeño en una consulta es bien distinto al aula, hay que conocer las afecciones del enfermo y tratarlas con cuidado. Es una labor de mucho amor y minuciosidad ya que en ocasiones se puede provocar alguna Iatrogenia (daño producido por una droga, procedimiento médico o quirúrgico), afectando la salud del paciente, por estas razones es tan importante enseñarles a los educandos el buen trato, calidad en el servicio y amor a la profesión”.
P: ¿Por qué se incrementan las quejas de los usuarios en este servicio?
YP: “Existen irregularidades por el déficit de técnicos, medicamentos y materiales desechables que dificultad la calidad requerida en el servicio”.
“En ocasiones faltan los bisturí, las soluciones para la prestación y estos problemas impiden el desarrollo de una buena labor.”
“La verdadera razón de tanta desmotivación por parte de los estudiantes de podología, es la falta de conocimientos y de información sobre la carrera. Los profesores conversan con los jóvenes sobre este perfil antes de realizar la matricula, pero no es suficiente”.
P: ¿Cuantos podólogos debe laborar en los policlínicos capitalinos?
YP: “En ocasiones existen hasta tres o cuatro podólogos en los centros asistenciales de la atención primaria de salud y ellos deben colegiar una estrategia o plan de trabajo para que algunos asistan a los hogares de ancianos, maternos y círculos de abuelos. Otros podólogos tendrán la tarea de asistir al terreno y a la labor comunitaria. En la actualidad se trazan acciones para satisfacer las necesidades de la población que aún es muy fuerte”.
“Mediante cursos de capacitación los profesionales se actualizan y ganan en cultura con la finalidad de realizar una mejor labor”.
P: Les toca a los profesores motivar a los estudiantes sobre la importancia de la especialidad y los beneficios para el paciente, así como el compromiso con la salud del enfermo y del propio sector.
Lo cierto es que mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes, optimizar los servicios de podología y lograr acciones seguros en la prevención de amputaciones de los miembros inferiores, constituye propósito de los podólogos cubanos.