Por Elizabeth Martínez izquierdo
Infractores de las medidas adoptadas por la alta Dirección del País, frente a una epidemia que transita por más de cinco meses en la nación caribeña, han generado con sus indisciplinas, el incremento de nuevos casos por coronavirus.
Restricciones nuevas apropiadas y justas a partir del primero de septiembre del presente año, conducen a incrementar las acciones de control, para verificar la disciplina de los pobladores, personas que en determinados momentos olvidaron que la colaboración de todos los capitalinos, constituye eslabón esencial para contener la COVID 19.
Medidas necesarias en los municipios caracterizados como de alto y muy alto riesgo, para aumentar el muestreo de PCR en tiempo real, e intervenir en poblaciones de inseguridad, según la estratificación con todos los medicamentos que el país ha dispuesto para el enfrentamiento a la Covid19 y con el objetivo de frenar el rebrote de la pandemia, que comenzó el pasado 24 de julio.
Cientos de opiniones han generado estas regulaciones, sobre todo las relacionadas con limitar el traslado entre municipios de habitantes que ejercen el trabajo como vendedores ambulantes y particulares. También prohibir la movilidad de individuos y de vehículos de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana, acción supe importante y de estricto cumplimiento.
Para ser más exacta y no errar, busqué en el diccionario el significado de Toque de Queda, se refiere a la prohibición o restricción, establecida por instituciones gubernamentales, de circular libremente por las calles de una ciudad o permanecer en lugares públicos, ubicándose los habitantes únicamente en sus hogares, salvo excepciones de necesidad o urgencia.
No hay otra alternativa ante tantas violaciones, la mayoría del pueblo habanero conocedor de lo importante que es la salud y el bienestar humano, acepta el reto y pobre del que no lo haga, caerá sobre él o ellos las leyes y la justicia en tiempos de pandemia.
Saben cuántas técnicos, tecnólogos, enfermeras, médicos y personal de la salud, desarrollan un trabajo encomiable, altruistas, arriesgando la vida por lograr salud para todos, no merecen que los defrauden.
Saben cuántas mujeres dejan a sus hijos al cuidado de alguien, para continuar en la producción, en los servicios, en el resguardo de ancianos, de personas vulnerables y discapacitadas.
Sin embargo algunos jóvenes y adolescentes irresponsables, dejan de lado tanto sacrificio y se reúnen en grupos para realizar diversas actividades sin nasobucos, otros juegan al futbol, al béisbol, corren y gritan sin zapatos, sin camisas y por supuesto, sin nasobucos.
Es hora de actuar, de denunciar de acuerdo a las leyes, no teman habaneros, la justicia cubana ante una epidemia, se impone.