Por Elizabeth Martínez izquierdo
“La población de Brasil no confiaba en la capacidad de los médicos cubanos, aún recuerdo sus manitas tocando mi brazo, ella nunca había visto a un médico de cerca, su ojos indicaban desconfianza y temor”, narraba con el rostro apenado, la doctora Yaseny Fabré García, a pesar de la alegría por el recibimiento de sus colegas y familiares al llegar a la Patria.
Periodista: ¿Cuál fue su primera impresión al brindar asistencia médica en las comunidades de Brasil?
YFG: “A la llegada de los colaboradores médicos cubanos a Brasil, la urbe se mostraba desconfiada y no aceptaba a los clínicos, más que un reto para mí con sus adversidades por el idioma, se convirtió en una victoria”. “Lograr asistencia médica con humanismo, solidaridad y amor reconforta, cerró el camino de las dudas para abrir las puertas de la confianza, la razón de creer en los conocimientos de los médicos cubanos y de los sentimiento más nobles de pacientes que atendí para una mejor calidad de vida”.
P: ¿Cómo mostraste la capacidad y preparación que la distingue?
YFG: “Personas que nunca habían tenido la oportunidad de conocer a un médico de cerca y yo les miraba desde de mi corazón, los examinaba y establecía diálogos con mucho cariño hasta lograr el agradecimiento por curar sus padecimientos y la credibilidad de mis conocimiento como profesional salubrista”.
“Fueron días, meses y años de intenso bregar, los galenos brasileños no examinan al paciente, no les mira a los ojos y mucho menos les hablan cara a cara”. “Los cubanos nos caracterizamos por ejecutar acciones diferentes con humanismo y respeto”.
“Cuando los vecinos de las colectividades supieron la noticia de la retirada de los médicos cubanos de su país, fue un momento muy conmovedor, lágrimas se asomaron a los ojos de los brasileños, apretones de manos, abrazos llenos de cariños y la frase no se vaya doctora, ¿quién atenderá a nuestros hijos? “No existen palabras que puedan describir hasta el mínimo detalle la despedida, el adiós de cientos de habitantes que necesitan asistencia médica”.
P: ¿Qué le pareció el recibimiento de sus colegas y del pueblo cubano?
YFG: “Agradecerle mucho a mi Patria en la que me formé, orgullosa de haber nacido en Cuba”. “Un recibimiento que pienso no merezco, porque mi deber es estar al lado del enfermo y sanar sus dolencias”.
“Siempre seré de la misma forma en cualquier parte del mundo que preste servicios médicos”.
P: ¿Feliz?
YFG: “Muy feliz de estar en Cuba, feliz de estar con mi hijo, mis compañeros, mi familia, feliz de estar en mi tierra, de verdad que sí”.
P: La doctora Yaseny Fabré García, integrante del Programa Más que Médicos, desarrollado en el gigante suramericano, labora en la actualidad en el policlínico Primero de Enero del habanero municipio Playa y con la misma ternura brinda amor y alivia el dolor ajeno.